Socio Director de Isavia
1. ¿Se trabaja la inteligencia emocional correctamente en los equipos?
Salvo honrosas excepciones, no. Casi todo el mundo ha oído hablar de su importancia y hasta reconoce su impacto en los resultados, aunque la realidad es que muy pocas veces se forman en técnicas de inteligencia emocional o las utilizan conscientemente dentro de los equipos.
Si trabajar la inteligencia emocional a nivel individual (empatía, aceptación, auto-regulación, uso de técnicas corporales y cognitivas para gestionar emociones, etc.), es minoritario, hacerlo a nivel colectivo en un equipo es casi inexistente. Hay mucho recorrido, por tanto; esta es la buena noticia…
2. ¿Qué aporta el coaching a un empleado? ¿Opina que las empresas deberían fomentarlo e incluso incluirlo en sus programas de formación?
El coaching aporta consciencia en cómo hacemos las cosas, anima a fijarse objetivos concretos y a diseñar planes para conseguirlos, es decir, invita a conseguir resultados extraordinarios y a liberar todo el talento posible. El coaching aporta, por tanto, eficiencia, optimización y mejora de resultados.
Sin duda, las empresas deberían incluirlo dentro de sus planes de formación y desarrollo de habilidades y competencias. La realidad es que ya lo incluyen muchas, tanto de forma aislada como combinando los procesos de coaching con otros de formación o desarrollo.
3. ¿Cómo se puede conseguir motivar a un equipo?
Fomentando la conversación libre con sus componentes donde analicen cómo están (fortalezas y retos pendientes) y, sobre todo, cómo quieren estar y qué quieren conseguir, así como el camino y planes de acción para conseguirlo. Se trata de que el equipo, como un sistema, tome consciencia de cómo está actuando, qué quiere mantener y qué quiere cambiar.
Tener una visión común, consensuada e ilusionante es el componente que más pesa para la motivación colectiva de un equipo (el estilo del líder, el tipo de funciones que realizan y el mercado en el que se encuentran influyen mucho también…).
Para ello se necesita un o una responsable que quiera ser líder, además de buen gestor. Trabajar con coaches de equipo ayuda sin duda a que el equipo debata y decida cómo estar más motivado.
4. ¿Cree que los departamentos de formación trabajan suficientemente el talento? ¿Qué más podría hacerse?
Los departamento de formación y desarrollo se han profesionalizado mucho en los últimos 10 años: ahora sus responsables están formados para ello y mayoritariamente buscan esta función porque les gusta. La crisis de los últimos años ha dañado los avances conseguidos (programas competenciales de desarrollo y retención del talento), al limitar los presupuestos y provocar que se mire a corto plazo en las acciones a emprender.
Vamos hacia programas más a la carta, personalizados, apoyados en las tecnologías, donde el participante se divierta aprendiendo y donde se trabajen aspectos más centrados en actitudes y valores.
5. ¿Qué formación es escasa entre los trabajadores españoles?
Ya ha habido y hay mucha formación técnica y operativa, incluso de habilidades más clásicas como el liderazgo, el trabajo en equipo, técnicas de venta o de resolución de conflictos, por poner algunos ejemplos.
Creo que el reto es ‘hacer mejor’ con el mismo presupuesto. Para ello podrían apostar por temas diferentes como invertir más en programas de salud y bienestar, en el desarrollo de valores, de inteligencia emocional, en coaching grupal y de equipos, así como de mentoring, entre otros temas novedosos, para contribuir así a hacer compañías más conscientes, sostenibles, satisfechas y eficientes.
6. A pesar de la crisis, ¿ha mejorado la formación de los trabajadores españoles?, ¿Qué diferencia a un trabajador español del resto de los europeos?
En general diría que sí, aún con el frenazo sufrido en estos últimos años. La Formación continua es ya algo esperado por los trabajadores, defendido por los Sindicatos y apoyado por la Dirección. Casi nadie duda de su necesidad y utilidad; otro tema es cómo y a quiénes se contrata o se encarga la Formación. Todavía se tiende demasiado a lo más barato y masivo en algunos sectores de actividad y para algunos colectivos numerosos.
8. La formación en idiomas, ¿ha mejorado en los últimos años?
Sí, se ha invertido mucho tiempo y dinero en clases de idiomas (no solo del inglés) en los últimos años en las empresas españolas. Aunque quede mucho por avanzar, nuestros jóvenes tienen mejor nivel de inglés especialmente que hace 10 ó 15 años, así como los técnicos y directivos.
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